¿Cómo se realiza la instalación de una calefacción?
Existen muchos tipos de fuentes de energía que nutren a las calefacciones, todos ellas ajustados a las distintas necesidades y a los diferentes bolsillos. Como iremos viendo a lo largo del post, existen calefacciones de gas natural, de gasoil, eléctrica, gas propano, etc.
Sin embargo, nos centraremos ahora en las más comunes, de las que hablaremos a continuación: las calefacciones de gas, que son las más solicitadas para montar en viviendas como pueden ser pisos o en locales comerciales.
Calefacción de gas natural
Como bien decimos, es la fuente de energía más utilizada, económica y segura que se puede encontrar en la actualidad.
Esto se debe a que su sistema es muy sencillo. Se trata de un circuito individual en el que el usuario puede elegir cuando quiere encender la calefacción, cuando apagar el sistema o simplemente escoger la temperatura a la que quiere estar en la estancia donde se encuentre.
Un punto a favor de esta fuente de energía es que no produce cambios de temperatura bruscos y mantiene una sensación de calor muy similar en todas las estancias.
No podemos olvidarnos de que el gas natural es una fuente económica y que mantiene un gran respeto con el medio ambiente.
Cómo realizar la instalación de una calefacción en 7 pasos
Realizar una buena instalación de calefacción Tarragona no es nada complicado. Basta solo con contar con un profesional experto en la materia que sepa en todo momento lo que hace, ya que tratará con materiales delicados como puede ser el gas.
Los procedimientos pueden variar según la vivienda, la zona donde se encuentre, el lugar en donde irá el aparato, etc.
También depende de si la instalación se realiza mediante anillos o por columnas, porque esta diferencia es crucial para contabilizar el gasto de forma individual.
No obstante, y a grandes rasgos, la instalación de la calefacción central con caldera de gas, en este caso en una vivienda, se realiza siguiendo estos pasos:
- Ajustarse a las necesidades de la vivienda
Lo primero que se debe hacer es analizar el tamaño de la caldera de gas. Debe ser lo suficientemente grande como para calentar a toda una casa y proveer de agua caliente a las estancias como baños y cocinas.
Aquí debemos de tener especial cuidado. Elegir una caldera muy grande puede conllevar un contratiempo económico, ya que se puede traducir en un mayor gasto al mes, por lo que siempre se recomienda encontrar un equilibrio.
Asimismo, se debe elegir el radiador más adecuado para la casa. Hay que asegurarse siempre de que la capacidad de calefacción que ofrece es la idónea en comparación con el tamaño de la vivienda. No obstante, se recomienda instalar radiadores de aletas que irradian calor al aire.
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Creación de un mapa del sistema de calefacción central
Un punto muy a tener en cuenta. Elaborar este mapa supondrá una perfecta guía para llevar a cabo una buena instalación.
Lo conveniente es elegir un lugar en el que la caldera de gas pueda permitir una conexión eficiente con las tuberías de agua y con el suministro del propio gas. Pero, sobre todo, que tenga una buena ventilación.
En cuanto a la ubicación de los radiadores, se considera que un buen lugar para su instalación es debajo de las ventanas para evitar el escape de calor a través de las mismas. Sin embargo, si estas ventanas llegan al suelo, lo ideal sería colocarlas en los laterales para un control más eficaz.
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Contar con herramientas y materiales adecuados
Para realizar una instalación de este calibre, harán falta materiales como tuberías, taladros, maquinaria específica, ropa adecuada, calzado cómodo, etc.
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Colocación de los radiadores
Entramos en una de las partes decisivas del montaje de una calefacción: el radiador. Este debe colocarse a unos 10-15 centímetros del suelo para así poder dejar un hueco a las válvulas de las tuberías y facilitar la limpieza.
Para una correcta regulación del flujo del agua, es conveniente siempre montar una válvula de rueda en la conexión de flujo y otra válvula escudo con cerradura para favorecer la conexión de retorno.
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Colocación de los tubos
Ahora toca el turno de colocar los tubos. Para ello, se va a necesitar contar con tubos de cobre. Y se debe asegurar al 100% que estos estén bien conectados para poder evitar las tan temidas bolsas de aire, que provocan un mal funcionamiento del sistema de calefacción.
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Instalación de sistemas de control y suministro de gas
El proceso final de la instalación de una caldera de calefacción es la implementación de los sistemas de control y del suministro de gas, que son la piedra angular de la calefacción.
Los sistemas de control pueden variar de un fabricante a otro, igual que la instalación del suministro de gas. Por lo tanto, el montaje dependerá de cómo sean los aparatos que se vayan a utilizar.
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Comprobación final
Una vez esté todo instalado correctamente, se procede a realizar las pertinentes pruebas para comprobar que, efectivamente, está todo en orden.
Para ello, se debe llenar bien el sistema con agua para favorecer la ventilación de cada uno de los radiadores. A continuación, se activa la bomba de calefacción, que es la encargada de equilibrar el flujo del agua a través de las válvulas de bloqueo.
Si se observa que no hay fugas de agua, que el gas conecta bien y que se comienza a percibir una sensación de calor en las estancias, eso querrá decir que la instalación se ha realizado correctamente.
Tipos de sistemas de calefacción
Como hemos comentado en anteriores líneas, existen muchos tipos de fuentes de energía que generan calor a las diferentes estancias de una casa o local comercial. Difieren entre ellos, sobre todo, en el combustible que emplean para generar esa energía calorífica y en la forma que tienen de transformarla posteriormente.
Para poder ver mejor cuáles son y sus diferentes características, vamos a hablar con más detenimiento de cada una de ellas, de las más utilizadas y de aquellas que se están empezando a ganar un hueco en las viviendas.
Calefacción de gasoil
Este tipo de instalación de calefacción funciona de una manera muy básica. Se calienta el agua en una caldera usando para ello el gasoil como principal combustible. Este, al ser un hidrocarburo que proviene principalmente del petróleo, constituye una fuente calorífica muy importante.
Si se quiere contar con este tipo de calefacción, hará falta añadir un depósito de gasoil en la vivienda o local comercial. Este hecho lo convierte en un sistema muy peligroso y dañino para el medio ambiente, ya que tiene un poder de contaminación muy grande.
En definitiva, la calefacción de gasoil solo se podrá instalar en viviendas unifamiliares o en empresas, puesto que en los pisos la normativa vigente no permite instalar depósitos de gasoil interiores.
Calefacción eléctrica
La calefacción eléctrica es una de las más utilizadas en los últimos años. Esto se debe a que es un sistema que casi no necesita de instalación para su funcionamiento, es muy limpia con respecto al gasoil (por ejemplo) y destaca por encima de todas por su comodidad.
Dentro de este tipo de calefacción, se pueden encontrar varios modos de uso. El más básico consiste en poner radiadores eléctricos por todas las estancias de la vivienda. Pero, sin lugar a dudas, el más utilizado de entre todos es el acumulador de calor para ir subiendo la temperatura a la vivienda.
La principal desventaja que presenta este sistema es que supone un elevado coste para la factura de la luz, ya que se depende en un 100% de la electricidad.
Calefacción de gas propano
Estamos de vuelta con el actor principal de las instalaciones de calderas: el gas. En este caso vamos a hablar del gas propano.
Es una fuente de energía que se utiliza en muchos lugares en donde el gas natural, o bien todavía no llega o no se dan las condiciones para su instalación.
Asimismo, el gas propano destaca principalmente por tener un gran poder calorífico y por tener un precio bastante bajo con respecto a otros sistemas.
Así mismo, este tipo de gas se puede suministrar de las siguientes maneras:
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Con un sistema de envasado que proporciona calor a través de bombonas de propano.
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A granel, en el que un camión cisterna se encarga de abastecer al sistema que está instalado en la vivienda.
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Con una red de canalizado que proporciona el gas a las casas desde un depósito central. Es un sistema idóneo para implementar en comunidades de vecinos.
Calefacción de gas butano
Seguimos con el gas y nos pasamos ahora al butano. El sistema de butano proporciona, a través de bombonas, el calor que la vivienda necesita.
Del mismo modo, el gas butano es una opción bastante más económica que la eléctrica o el gasoil para todas aquellas zonas que, como hemos mencionado anteriormente, no disponen de gas natural.
Una de las grandes ventajas de este sistema es que, gracias a la distribución en bombonas, ofrece diferentes opciones para calentar las estancias. Del mismo modo, cuenta con varios aparatos, unos fijos y otros portátiles.
Sin embargo, la mayor desventaja con la que cuenta el gas butano es que, cuando se termina la bombona, el usuario debe ir rápidamente a cambiarla por otra. Y es una operación que debe hacerse con bastante frecuencia, lo cual supone un contratiempo tanto económico como logístico.
Tampoco podemos obviar la peligrosidad que tiene el butano y su poder de combustión, ya que se trata de un gas altamente inflamable.
Calefacción a partir de biomasa
Estamos ante un sistema de calefacción muy novedoso. Sus principales beneficios son que se trata de una firme alternativa ecológica y que resulta muy eficaz para proveer de calor a una vivienda entera.
Este tipo de calderas de biomasa se alimenta básicamente con residuos orgánicos, en este caso los pellets, que son unos materiales con un elevadísimo poder calorífico. Se fabrican a partir de serrín y virutas procedentes de los residuos de las carpinterías de madera.
El principal punto en contra de este tipo de calefacción es su elevado coste para montar un sistema que dé calor a todas las estancias. No obstante, en un futuro se va a poder apreciar el ahorro económico de utilizar este tipo de energía.
Calefacción por bomba de calor
Se trata de un sistema de calefacción que es el más utilizado dentro de lo eléctrico y que cuenta con una alta eficiencia energética.
Ello se debe principalmente a que la bomba de calor tiene mucha capacidad para suministrar energía útil que se convertirá, justamente, en calor.
La calefacción por bomba de calor más conocida en la actualidad es la aerotermia. Se caracteriza por utilizar la energía que se encuentra en el aire para irradiar calor a toda la vivienda.
Calefacción de suelo radiante
Se trata de otro sistema que pertenece al eléctrico y, además, que es una de sus mejores alternativas. Su funcionamiento es bastante novedoso para lo que estamos acostumbrados a ver en cuanto a sistemas de calefacción.
Se fundamenta en una serie de tubos o cables que van distribuyendo el calor por debajo del suelo de la vivienda.
Su principal hándicap es que la inversión inicial para montar este tipo de calefacción es sumamente elevada debido a la obra tan grande que se debe realizar. Sin embargo, una vez instalado, es un sistema que irradiará calor a todas las estancias de la vivienda de forma homogénea y uniforme.
Comunidades de vecinos: ¿Qué sistema se suele emplear?
Cuando una comunidad de vecinos es relativamente pequeña y quiere acometer un gasto conjunto e instalar un sistema de calefacción, casi siempre se decanta por un sistema central para disponer todos del mismo suministro.
Este sistema no es más que una simple instalación comunitaria para todo el bloque de vecinos. Por lo tanto, no hará falta en este caso que cada vecino acometa por separado la instalación del sistema.
Todo ello supone una gran ventaja: el ahorro económico que se produce, ya que los gastos de instalación y suministro se asumen en grupo. Además, muchas veces va unido al pago mensual de la comunidad que se suele hacer en cada una de ellas.
En contraposición, el sistema de apagado y encendido del sistema central estará determinado por la comunidad, por lo que se puede producir un derroche de energía bastante innecesario si no se logra controlar.
Calefacción en negocios: ¿Es necesaria?
Dependiendo de cuál sea el negocio, la elección de un tipo u otro de sistema va a ser una decisión de suma importancia y va a depender de algunos factores.
En primer lugar, hay que tener en cuenta qué sistema de calefacción puede instalarse en el local donde se desarrolle la actividad.
En este caso, la decisión va a estar en consonancia con el tipo de gasto que se quiera acometer, si sale rentable dejar el que ya está o bien cambiarlo por otro que se ajuste mejor a las necesidades del local y a la disponibilidad económica.
Asimismo, para muchos negocios sale más a cuentas realizar una instalación eléctrica y no optar por el gas. Este podría causar problemas o, simplemente, no llegar al sitio donde se encuentra el local.
Sin embargo, aquí entra en juego un factor determinante, que es la factura de la luz a final de mes. Hay que ver si sale a cuenta tener un sistema eléctrico en un lugar que va a estar conectado a la luz durante muchas horas al día. La razón es sencilla: esto supondrá un gran desembolso económico.
En definitiva, si se quiere ser algo más práctico y el gas natural llega hasta el local, lo mejor sería utilizar esta fuente de energía ilimitada.
¿Cuánto cuesta la instalación de la calefacción?
El coste que puede suponer la instalación de un sistema de calefacción va a depender mucho de la empresa instaladora. Pero también son condicionantes los materiales que se utilicen, que la vivienda sea más o menos grande y las peculiaridades físicas de la estancia donde se va a instalar.
En este sentido, siempre es recomendable pedir presupuestos a varias empresas instaladoras. De este modo, se pueden comparar precios y la forma en la que cada una va a acometer el trabajo.
Por otra parte, hay muchas empresas instaladoras que incluyen el precio de la colocación de la caldera en el presupuesto final. Si no es así, se debe contar con el coste extra que va a suponer la instalación.
Al pedir un presupuesto detallado, se debe incluir dos aspectos fundamentales:
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Se debe contar con el IRC y la IRI. De lo contrario, se tienen que sumar, por lo que el coste se verá incrementado.
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Si la instalación se va a llevar a cabo en una vivienda unifamiliar, la estructura particular de este tipo de construcciones incluye espacios exteriores, por lo que la factura final puede verse aumentada.
En conclusión, hemos querido hacer un repaso en profundidad y aportar información de valor respecto a la instalación de sistemas de calefacción. Y también hemos mostrado la amplia variedad de fuentes de energía que producen ese poder calorífico que calienta las viviendas. Como se ha podido comprobar, en los últimos años han aparecido nuevas formas de crear esa energía que se transforma en calor para repartir por todas las estancias de una vivienda o local comercial. Este tipo de fuentes las podemos encontrar en elementos como la electricidad o de forma ecológica.
Somos una empresa dedicada a la instalación de calefacción que trabaja con todo tipo de energías renovables. Nos encargamos de realizar instalaciones fotovoltaicas y somos especialistas en aerotermia. Estaremos encantados de atender todas las dudas que te puedan surgir en torno a la instalación de calefacción en Tarragona, tanto en viviendas unifamiliares como en negocios o comunidades de vecinos. Y siempre con el mejor equipo de profesionales que te brindarán un servicio cercano y de calidad. Contacta con nosotros a través de nuestra web.
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